Mi Experiencia En West Virginia 2017 – huyendo de mi destino

Mi Experiencia En West Virginia 2017 – huyendo de mi destino

alguna vez huiste de tu destino? alguna vez ha optado por no arriesgarte por el bien de tu confort? Yo corri de mi destino.

Cuando me enteré de que había un grupo de personas que iban a West Virginia en un viaje misionero para construir una casa para una pareja que perdi su casa debido a la lluvia, yo no quera ir. Cuando me enter de que West Virginia es un lugar dentro de los Estados Unidos donde la gente es muy pobre y donde el agua potable puede ser considerado un lujo, no llam mi atencin. Cuando me enter de que estaban buscando ms gente para ir con ellos para que puedan ayudar de cualquier manera, yo no era uno de ellos. Bonny, mi esposa y mi hijo Stephen haban ido antes y queran que yo fuera con ellos, pero no me interesaba.

Trabajar para alguien ms no es algo que me encanta hacer, y tomar mi tiempo de vacaciones para ayudar a los dems era algo que yo simplemente no hara. Tratando de encontrar alguna razn para ir, me dije a m mismo “tal vez Dios me quiere all por una razn ” tal vez Dios tiene algo especial para m all “pens. Mi nica razn consciente para ir era complacer a mi hijo.

A mi me encanta cantar, me encanta mucho cantar. A veces puedo cantar una sola cancin, una y otra vez. A veces, canto porque tengo que cantar, canto de mis convicciones, pero a veces, mi canto llega a otro nivel. A veces mi canto va tan profundo en m que puedo sentir cada palabra de la cancin, cuando la msica y la meloda sale de mi alma, y cuando las letras y las lneas, a veces, me mueven de una manera que no puedo dejar de llorar. Me encantan estos momentos. Es cuando siento que el Dios del universo est escuchando mi canto. Es cuando siento que estoy en lugares altos, delante de todos los demonios, cantando al Gran Yo Soy. Me encanta cuando canto as, mi corazn est lleno y me siento como en el cielo. No siempre sucede, pero cuando sucede es la cosa ms hermosa que me gusta.

Y fui a este viaje misionero a West Virginia, con un poco de miedo pensando que iba a ser aburrido y que no sabria qu hacer o con quin hablar, o incluso cmo pasar mi tiempo all.

Recuerdo el lunes, el primer da de esa semana, teniamos que construir esta casa desde cero. Recuerdo haber cavado los primeros hoyos para poner la base de la casa. Fui capaz de mantenerme ocupado tratando de ayudar en todo lo que pueda. A veces incluso tom la iniciativa de hacer algo. Vi esta casa construida, da tras da hasta que se complet. Yo estaba tomando fotos y videos cada vez y luego. Me puse tan emocionante de poner mis manos a trabajar y ver muchas manos trabajando juntos para construir esta casa. Los nios llevaban Tejas, los adolescentes ayudaban, la mujeres pintaban, algunos traan comida y los constructores pensaban cmo lo bamos a hacer. Estaba disfrutando ese momento. Era una fiesta, todos se rean y trabajaban. El tiempo fue rpido. Era jueves y la casa estaba hecha, estaban contentos y estbamos listos para volver a casa.

Me sent bien. Me sent satisfecho. Me sent til, haba trabajado mucho, haba sudado, pero estaba feliz.

“Gracias Dios”, dije, no estuvo mal. estuvo bien!

Y mientras yo estaba dando gracias a Dios por estos momentos pens para m mismo: “Esto es lo que Dios tena para m aqu ” Estaba agradecido. Mi viaje aqu ha valido la pena. No poda pedir ms.

Pero Dios, todava quera darme otra bendicin aqu que nunca olvidar.

El Jueves por la noche Sue, la Lider del grupo, me pregunt si quera ir a esta casa de la ancianos para ayudar de alguna manera con mi guitarra, le dije: “no gracias “. Estaba cansado y quera estar en mi habitacin. Ms tarde alguien me pregunt si quera ir a esta casa de los ancianos para hacer algunas actividades con los pacientes all, mi respuesta fue “no”, voy a pasar mi tiempo leyendo mis libros, pense. Como si esto fuera poco el viernes por la maana, uno de mis amigos me dice: ” Abel, estoy tan contento de que vayas a esta casa de los ancianos” yo le respondi: “No, no ire! Y fui, agarre mi guitarra y fui.

Estaba un poco aburrido all! haba gente y pacientes cantando y tocando pero no me diverta. Quera volver a mi habitacin.
As que esper el momento perfecto para escaparme. Cuando lleg ese momento, agarre mi guitarra-nadie estaba mirando-camin hasta la puerta, abr la puerta y cuando ya me iba o que alguien llamaba mi nombre, Abel! a dnde vas? “Era Sue! Ella me vio y creo que ley mi mente. “voy a volver a mi habitacin ” dije, “no hay nada que hacer aqu ”

“por favor, qudate”, me pidio. Me sent tan mal y dije: “OK! Me voy a quedar “despus de haber terminado la primera parte, Sue nos pidi que hicieramos otra cosa. Haba algunos pacientes que no bajaron a la sala de estar, as que Sue quera que fueramos habitacin por habitacin cantando himnos para ellos. ramos ocho de nosotros y haba 10 o 15 habitaciones para cantar. Elegimos dos himnos; “Cun Grande es el” y “Sublime Gracia”

Y este fue el momento en el que nunca esper venir. Este fue el momento ms especial que Dios tuvo para m ese da.

Cuando llegamos a la primera habitacin, empezamos a cantar “Cun Grande es el”, y cuando abr mi boca para cantar, de repente, todas mis emociones llegaron en la cima. Comenc a cantar como estar en el cielo. yo estaba cantando con toda mi alma! Estaba disfrutando cada letra de la cancin. Estaba tan abrumado por la msica y el ambiente, a veces tena que dejar de cantar porque no quera ser vencido por mis emociones.

Pens que esto slo iba a suceder en la primera habitacin, pero tambin sucedi en la 2 habitacin, y en la 3 habitacin, en la cuarta habitacin…. hasta la ltima habitacin que cantamos! No pude evitar dejarme llevar por el momento.

Fue una experiencia increble, nunca antes haba sucedido. Me sent tan agradecido, me sent tan lleno despus de eso. Fue una experiencia que nunca olvidar. Dios me haba dado una bendicin que nunca haba esperado.

A veces no sabemos lo que Dios tiene para nosotros cuando nos pide que hagamos algo por l, o por otros, pero si podemos escuchar y si obedecemos, vamos a madurar muchas bendiciones.

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